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Cuarto Domingo de Pascua - Día del Buen Pastor

Abril 22 de 2018

Primera Lectura: Hch 4, 8-12

Salmo responsorial: Sal 117, 1 y 8-9. 21-23. 26 y 28-29

Segunda Lectura: 1 Juan 3, 1-2

Evangelio según San Juan 10, 11-18


Reflexión


El cuarto domingo de Pascua, tradicionalmente lo conocemos como el Día del Buen Pastor, por eso hoy la invitación es a reconocer a Jesús como el Supremo Pastor, como el Pastor que nos conoce a todos. ¿Por qué nos conoce? Porque Dios es nuestro creador, pues sabemos que Él nos ha creado por iniciativa suya a su imagen y semejanza.


En este tiempo de Pascua hemos escuchado reiteradamente que Jesús es Piedra Angular, hoy lo volvemos a ver así, todo porque en Él se sostiene nuestra fe y en Él nuestra vida tiene asiento seguro. Reconocer a Jesús como esa “Piedra” fundamental en la que se cimenta todo el edifico estructural de la Iglesia, cuerpo de Cristo, es decir, cada acción de la Iglesia (sacramento, acción litúrgica, oración, etc.) se inspira y se sostiene en Cristo. Yo cristiano, me afianzo y me sostengo en esa ROCA?


Hoy encontramos dos maneras como somos llamados por Dios, el apóstol Juan nos dice: “Ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos” (1Jn 3,2), pensemos, si aún no hemos llegado a la plenitud de Dios porque somos peregrinos, y así recibimos tantos beneficios y bendiciones, ¿cómo será cuando tengamos la oportunidad de verlo cara a cara y contemplarlo por siempre?


También nos llama ovejas, pero no desconocidas, él nos conoce por el nombre, para el somos una “Comunidad” a la que llamamos Iglesia, es decir su cuerpo místico, pero según podemos deducir de este pasaje del evangelio este cuerpo está en un continuo proceso de unidad y de perfección.


Seguramente nuestra atención estará puesta en el Buen Pastor, Cristo, pero vale que pensemos en nosotros como ovejas, esto para que nos demos cuenta que muchas veces no somos aquellos que escuchamos la voz del Pastor, no seguimos sus pasos y es así como nos perdemos en nuestros propios afanes y en nuestra propia voluntad.


Se hace necesario que cada uno de nosotros asuma una actitud de oveja, esto es ser humildes, sencillos, atentos a la escucha, y sobre todo pendientes del Pastor, para no equivocarnos de camino y procurar con nuestra manera de ser que los que ya pertenecemos a este redil nos destaquemos por buscar y fortalecer la unidad, esto será posible si incrementamos nuestro amor de unos con otros y así nos volvemos en testimonio para aquellos que aún no hacen parte de este gran rebaño- recordemos que la intención o voluntad de Dios en la persona de Jesús es que solo hay un solo Pastor y un solo Rebaño (cf. Juan 10, 16).


La invitación hoy es a la oración por los pastores de la Iglesia, todos necesitan de esa oración que se eleva a Dios con amor y ante todo con fe. También es un compromiso de orar unos por otros, así como orar todos los que tenemos conciencia de pertenecer al rebaño de Cristo por aquellos que aún están lejos... hay que buscarlos, motivarlos y darles un testimonio de vida tan entusiasta y tan alegre que motive a ser parte de este rebaño.


Que Cristo Buen Pastor nos acompañe en este proceso cotidiano de consolidar este rebaño en Jesús Pastor de nuestras almas.





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