VI Domingo del Tiempo Ordinario
Febrero 16 de 2020
Primera Lectura: Libro del Eclesiástico 15, 16-21 Salmo responsorial: Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34 Segunda Lectura: Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10 Santo Evangelio según San Mateo 5, 17-37
Reflexión
SOMOS LIBRES Y...
Ha sido tema en otras ocasiones aquel de la libertad de la cual todos la podemos disfrutar desde Dios... Es que Él nos ha creado así, LIBRES.
Hoy la palabra de Dios nos sorprende con un “Si quieres” (Eclo 15,16), es ahí donde se concentra, a mi manera de ver, todo lo que a lo largo de esta palabra que hoy se proclama nos quiere decir el Señor.
Es interesante saber que hemos sido dotados de una capacidad de elección, y esa elección acarrea para cada uno unas consecuencias que según la decisión serán de salvación o de destrucción de nuestra vida.
La primera expresión que hoy nos llama la atención se refiere exactamente a la manera como vivimos las relaciones entre nosotros; el Señor que desde el principio quiere lo mejor para su creación y por tanto para nosotros sus hijos de adopción, nos habla por medio de situaciones concretas y nos advierte sobre la actitud que cada uno debe asumir, es decir, no caminamos en la ignorancia, en este mismo sentido habla Pablo a los corintios, les concientiza que su enseñanza no es de categoría humana, que la enseñanza a través de sus palabras es de categoría divina... es que la ciencia humana no será capaz de descubrirnos a Dios y Su Voluntad.
El hombre que quiere salvar su vida no puede en ningún caso desconocer o desechar la Palabra de Dios, es ella quien nos va guiando podríamos decir paso a paso hasta que lleguemos al conocimiento de la Verdad que es Dios mismo.
no nos advierte sobre los peligros que tiene el dejarnos seducir por esos “permisos”No hay para la vida mayor beneficio que la libertad, esta entendida como un regalo que proviene de Dios. Es cierto que el mundo nos hace sentir aires de libertad porque nos permite muchas acciones o actitudes, pero quizás , recordemos lo que nos dice hoy el el Señor en el evangelio: “A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.” (Mt 5,37), esto entendido como el uso correcto y digno de la libertad, cuando no vivimos este don desde Dios nuestras decisiones siempre tendrán que ser revisadas, cuestionadas y evidentemente exigirá de nosotros (los que tenemos conciencia de estar con Dios) una retractación de lo dicho o de lo hecho y en muchos casos será tardía y a lo mejor ha causado un daño irreparable en nuestro interior o a otra persona.
Recordemos que vivir la libertad no es hacer lo que yo quiera; la auténtica libertad es la que me permite hacer lo que yo quiera pero siempre con los ojos puestos en el Señor y pensando también que esto o aquello me realiza y ayuda a los demás a realizarse como personas.
En definitiva los que nos dice el salmista lo deberíamos tener en cuenta como una norma de oro:
“Dichoso el que con vida intachable camina en la voluntad del Señor; dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón” Sal 118, 1