top of page

XVIII Domingo del tiempo ordinario

Agosto 5 de 2018

Click para ir al enlace

"El que me ve a mi, ve al Padre" Jn 14:9

Primera Lectura: Éxodo (16,2-4.12-15)

Salmo responsorial: Sal 77

Segunda lectura: carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,17.20-24)

Lectura del santo evangelio según San Juan (6,24-35):


Reflexión


Las exigencias que le hacemos a Dios no corresponden con nuestra manera de ser con respecto a Él, deberíamos ser más consecuentes; Primero porque el solo hecho de mirarnos a nosotros mismos, ya nos está indicando que hemos sido creados (por Dios), y que no estamos aquí por generación espontánea. Con todo lo anterior es apenas resultado de una inteligencia natural que nos permite deducir que quien nos creó está presto a darnos los medios de subsistencia, y tratándose de Dios serán siempre dignos.


Cuántas veces le reclamamos a Dios, pero tan pocas veces le respondemos a su inmensa bondad.


La situación que nos presenta el autor del libro del Éxodo la vemos reflejada nuevamente en el Evangelio de hoy, es el pueblo que quiere vivir a despensas de los demás, asegurándose de hacer los mínimos esfuerzos, por eso el Señor invita a su pueblo a que aspire a bienes más excelentes, no sólo a los efímeros como es el alimento material: “No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna.” (Jn 6,27), el pueblo está llamado a trascender las apariencias y a poder descubrir la realidad de la vida eterna.


El creyente que descubre en el pan de Dios a la persona de Cristo, ha de interesarse por caminar con Cristo no sólo porque provee de pan material, sino y ante todo porque nos da de aquel pan que nos avizora una vida plena en el reino de Dios.


A veces somos “tercos”, “ciegos”, etc., así le pasaba a los seguidores de Cristo, ya habían comido de los cinco panes y de los dos pescados, pero ellos exigían más signos para poder creer en Él. ¿Será que nuestra vida no es un milagro en que debemos reconocer la acción de Dios y responderle sin necesidad de exigencias y de preguntas, más bien con la docilidad de un corazón envuelto en el amor?


San Pablo nos recuerda hoy cuando escribe a los efesios, que si de verdad conocemos a Cristo, nuestra vida debe ajustarse a esa Persona que tiene como misión revelarnos a Dios y salvarnos por su misma entrega, esto implica que no deberíamos vivir según nuestros vanos criterios y a veces disparatados anhelos. (cf. Ef 6,21). Es más, se trata de dar testimonio de la verdad, no se trata de una acción mágica sino milagrosa, es allí donde pondríamos el énfasis, Dios en la persona de Jesús hace milagros no solo como testimonio de su amor hacia nosotros, sino también porque con estas acciones quiere revelarnos su verdad.


El verso 1 del salmo 77 nos concluye cual ha de ser nuestra actitud frente a las constantes revelaciones de Dios.


¿Estamos respondiendo a Dios con estos criterios?


"Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, lo contaremos a la futura generación"


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page