XIII Domingo del Tiempo Ordinario
Junio 30 de 2019
Primera Lectura: Libro primero de los Reyes 19, 16b. 19-21 Salmo responsorial: Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 Segunda Lectura: Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 4, 31b - 5, 1. 13-18 Santo Evangelio según San Lucas 9, 51-62
Reflexión
VOCACIÓN A LA LIBERTAD
“Vuestra vocación es la libertad” es esta una afirmación contundente de san Pablo, claro, a quién le gusta ser esclavo, y sin embargo parece ser que nos acoplamos a la esclavitud que se manifiesta de múltiples formas, somos esclavos de nuestros propio yo, del dinero, de ansias de poder o de tener, etc.
Hoy se nos presenta un reto que lo descubrimos en el texto del primer libro de los Reyes como en el evangelio de san Lucas. Se trata de ese llamado que nos hace el Señor a través de personas a que seamos sus testigos anunciando la verdad de Dios, no se trata de predicarnos a nosotros mismos, es ante todo promulgar con entusiasmo lo que Dios quiere hacer en cada uno de nosotros, precisamente otorgarnos la libertad.
La libertad la entendemos como aquella capacidad que tenemos para estar sin apegos, sin condiciones, solo descubriendo en el Señor la Fuente de nuestras realizaciones. La libertad la entendemos como la paz que se tiene en el espíritu, interiormente, cuando las ambiciones del mundo no perturban mi vida.
Es imposible sentirse libre cuando se tiene el corazón dividido, ya lo dice la Sagrada escritura: "Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero." Mt 6,24
Para mi concepción de libertad se hace necesario que nuestro corazón no esté hipotecado a ningún interés personalista, pues cuando yo me decido a contestar a Dios el llamado que Él me ha hecho, entonces me doy cuenta que se trata de una participación que Dios me quiere dar en la obra de la redención de los hombres, es decir, mi respuesta a Dios es una oportunidad que tengo apara hacer posibles que otros conozcan que son amados por Dios, y cuando estos así lo descubran su vida entrará en el ámbito de la libertad.
El salmista nos da una clave clara para experimentar la libertad en Cristo, es sentirlo siempre a nuestro lado, en nuestro interior, así sentimos seguridad y confianza para avanzar en la respuesta que Dios quiere de nosotros.“
Tengo siempre presente, al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.”
Sal 15,8.