XXI Domingo del Tiempo Ordinario

Agosto 25 de 2019

Lecturas del día

Primera Lectura: Isaías 66,18-21 Salmo responsorial: Sal 116,1.2 Segunda Lectura: Carta a los Hebreos 12,5-7.11-13 Santo Evangelio según San Lucas 13,22-30

Reflexión

LOS PROFETAS NOS LLEVAN LA DELANTERA

“Cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios.” (Lc13,28) este es el parámetro que nos pone el Señor, el testimonio de estos hombres como emblemáticos de la obediencia y de la fidelidad al amor de Dios.

Por otro lado encontramos que la salvación tiene un carácter de universal, es decir, despeja la duda de muchos que creían que la salvación es sólo para los israelitas, de allí la pregunta que encontramos en el Evangelio: “«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».” (Lc 13,23) Esta pregunta nos está haciendo una sugerencia que consiste en no sentirnos porque somos católicos los ya salvados, los que estamos justificados, se hace necesario asumir las actitudes propias del cristiano inspiradas no sólo en el evangelio sino a lo largo de todas las Escrituras Sagradas.

Para alcanzar la salvación se requiere de actitudes o comportamientos; por ejemplo permitir que el Señor nos corrija, y esta se da a través de la Iglesia que es la guardiana de la doctrina, pero también de nuestros hermanos que procurando nuestro crecimiento nos concientizan cuando vamos por el camino equivocado que ese tal estilo de vida no nos lleva a la salvación, estamos hablando de corrección fraterna. La corrección fraterna o aquella que desde las mismas enseñanzas de la Iglesia nos pueden parecer duras, pero la verdad es que después las agradecemos porque no nos hemos dejado vencer del pecado y sobre todo del egoísmo, en este orden de ideas nos llama a que nos fortalezcamos en la oración y en la justicia, ellas envueltas en el amor a Dios y al prójimo; también nos habla de las ofrendas en primer lugar estar dispuestos a ofrecer nuestra propia vida y por supuesto a entregar nuestras ofrendas en especie no sólo a la Iglesia sino también compartir con nuestros hermanos los más pobres.

El ejercicio de la justicia y de la caridad son recomendaciones que siempre están en la Sagrada Escritura, también es la recomendación de los santos nuestros hermanos que nos han precedido en el camino de la perfección, todo esto es una enseñanza que debemos escuchar, aceptar y vivir para que luego no nos suceda como la advertencia que hace el Señor en el Evangelio de hoy: “No los conozco”, por eso nos tenemos que dejar conocer de Dios por nuestra forma de vivir, por nuestra manera de ser con nuestros semejantes y con la manera o forma como respondemos a Dios.

La propuesta del Señor en este Domingo es a que nos reunamos todos junto a Él en la Jerusalén del cielo, donde después de provenir de varios pueblos, seremos un sólo pueblo capaz de alabar a dios por siempre, de ahí que nos unamos al salmista y digamos:

“Alabad al Señor todas las naciones,

aclamadlo todos los pueblos.”

Sal 116,1