Solemnidad Inmaculada concepción de la Bienaventurada Virgen María
Diciembre 8 de 2019
Primera Lectura: Génesis 3,9-15.20 Salmo responsorial: Sal 97,1.2-3ab.3c-4 Segunda Lectura: Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1,3-6.11-12 Santo Evangelio según San Lucas 1.26-38
Reflexión
La tentación, ocasión para probar nuestra fe y fidelidad a Dios
Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza, tal semejanza está palpable en varios aspectos a saber: la razón, la voluntad, la capacidad de amar, de perdonar, y sobre todo en la LIBERTAD.
Nuestra vida pierde sentido si esta privada de la libertad, es precisamente ella la que nos permite experimentar aquello que mencionaba arriba. No nos olvidemos que la libertad es una facultad propia del hombre, los animales actúan por instinto (aunque hoy muchos hablan de la inteligencia de los animales), pero nunca se ha visto a un animal consiguiendo trabajo o eligiendo a un amigo. No hemos visto a un animal que busque reunirse con otros para protestar, exigir o hacer una obra de caridad en común. ¿Dónde está entonces la libertad?
En el hombre la libertad se expresa de múltiples maneras incluso cuando este toma decisiones equivocadas, estas decisiones acertadas o no exigen de la responsabilidad del individuo, no hemos visto a un animal que esté siendo llevado a juicio por otros animales porque cometió tal o cual acto “irresponsable”.
La libertad que le da sentido a la vida es personal, porque es cada persona que la vive desde su propia condición y conciencia, por eso todo acto realizado con y bajo libertad, se asume como personal y no hay lugar para inferir la culpa a los demás-«La serpiente me engañó, y comí.»-la libertad no se deja engañar, es que la libertad está expuesta a la tentación, pero no está obligada a ceder a ella, de allí que se tenga presente una escala de valores morales y éticos que será la que regula el uso de nuestra libertad; con otras palabras pero de forma similar es la respuesta de Adán, su disculpa está en su mujer, reitero la libertad es algo propio y de ella hago uso siempre.
La Libertad se usa tanto para el bien como para el mal, hoy encontramos el caso patético, el caso de nuestros primeros padres nos muestra el desperdicio de la libertad que se muestra ambiciosa por el poder o por el tener; en el segundo caso que está contenido en el evangelio es la decisión libre de una mujer que hace uso personal y responsable del don de la libertad y lo pone al servicio de la humanidad, que ejemplos tan explícitos, tan contundentes; cuántas veces empeñamos nuestra libertad movidos por el deseo del poder, de la fama, del tener, etc.
Nuestra condición humana se ve amenazada por múltiples tentaciones que nos exigen como cristianos estar siempre atentos para no dejarnos convencer de ellas.
La solemnidad que hoy celebramos nos muestra a María con tal docilidad a la voluntad de Dios que imprime en cada uno una buena dosis de esperanza, ella, la Virgen nos reconforta porque con su sí se abre una nueva etapa de la historia que bien la podemos llamar de restauración en los origines de la gracia y de la completa amistad con Dios.
Qué bueno que cada uno diera un paso firme en una respuesta a Dios que quiere de nosotros la felicidad y la plenitud de nuestra existencia.
Roguemos a la Virgen Madre que nos acompañe en nuestro diario caminar en la luz que nos permite estar lejos de la oscuridad que produce el pecado.
Dios Padre nos ha creado para que tengamos una vida plenamente feliz y esto lo ha planeado desde siempre en la Persona de Cristo quien se le debe todo honor y gloria. En Cristo tiene fundamento todo lo creado y por ende el hombre que tiene como referencia al Hombre que por amor se ha entregado a nosotros haciéndose hombre en las entrañas virginales de la mujer purísima.
Hoy con fe y gratitud nos unimos al salmista que nos dice:
“Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas”
Sal 97